13.06.2016 Ibema, fabricante brasileña de cartulinas de alta calidad para diferentes usos, ha estado analizando su desempeño y perspectivas en el mercado latinoamericano, donde espera crecer fuertemente este año y los siguientes.
Argentina es uno de los socios comerciales más antiguos de Ibema. La fábrica vende sus productos al país vecino desde 1989. Con la creación del Mercosur, los primeros clientes fueron surgiendo y de a poco la empresa se ha consolidado en el mercado argentino como uno de los principales proveedores de cartulina.
Mucho ha cambiado desde entonces. «Imagínese que antes los productos tardaban 45 días para salir de Brasil y llegar a las gráficas argentinas, mientras que hoy en día, el tiempo de espera es tan sólo de una semana», recuerda Daniel Bedetta, ejecutivo de ventas para Argentina y Uruguay.
Actualmente el 60% de los clientes argentinos son los mismos que están con Ibema desde el principio. Sobre el futuro, Bedetta apuesta que uno de los sectores que más crecerá en Argentina y en otras partes del mundo con respecto a la demanda de cartulina es el mercado de alimentos. «Analizando el crecimiento global de la necesidad de comida, estamos frente a uno de los más prometedores para los próximos años», opina.
Respecto de Uruguay, el país no produce cartulina, por eso toda la que utiliza es importada. Si por un lado esto es positivo, por el otro hace que sea un país muy competitivo. Uruguay tiene acuerdos de libre comercio con varias naciones y esto significa que tiene una gran cantidad de proveedores en ese sector», explica Bedetta.
Ibema está presente en el mercado uruguayo desde 1990 y sus principales compradores son clientes del sector tabacalero y farmacéutico, que compran el producto para la fabricación de envases de cigarrillos y medicamentos. A continuación, vienen los clientes de la industria de alimentos y bebidas.
Este año, el mayor reto es exportar aun más a Uruguay y ganar nuevos clientes. «Tenemos la intención de crecer y conquistar parte del mercado tabacalero uruguayo con la venta de la cartulina triplex. Sabemos que no es una tarea fácil ya que hay que trabajar con el usuario final, que después de todo es quien aprueba el uso de la materia prima «, dice el ejecutivo.
A Cuba se le reconoce como un importante socio comercial de más de diez años y representa aproximadamente el 5% las exportaciones de Ibema. Según Saul Chessio, Ejecutivo de Ventas Internacionales, las exportaciones a la isla se concentran en dos productos: cartulinas para el mercado de alimentos y envases de cosméticos…»También estamos trabajando en la aplicación de otros productos para el mercado de bebidas, cigarros y cigarrillos», añade.
Agrega que «tenemos grandes clientes, con accionistas multinacionales que hacen considerables exportaciones al mercado caribeño. También tenemos clientes medianos que concentran sus ventas en el mercado local y atendimiento de licitaciones gubernamentales».
«El fin del embargo económico, cuando se haga eficaz, podrá ser un gran impulsor para la economía, con un aumento de la inversión extranjera. Se abren las puertas para un mayor volumen de exportaciones y el aumento del consumo interno, haciendo que el consumo de cartulina aumente en la misma proporción», concluye.
En Colombia, desde que se comenzó a trabajar con el país en 2015, Ibema reconoce que vivió diferentes momentos con este mercado, ya que el dólar subió frente al peso colombiano. “Exportamos volúmenes que alcanzaron las 200 toneladas por mes, los productos más vendidos, utilizado en carpetas, cuadernos y en el mercado editorial en general, destina a envases de comida rápida, mercado farmacéutico y el de máquinas expendedoras y cafeterías.
El perfil de las gráficas colombianas clientes de Ibema son de tamaño mediano, y están en busca de una nueva alternativa de materia prima. En 2016, enseña Chessio, el principal reto con el mercado colombiano es la variación cambiaria. “Las fluctuaciones constantes dañan el mercado, que depende de insumos importados»enfatizó.
En Bolivia, el mercado del papel está en plena expansión y está cambiando. ¨Muchas empresas están buscando mejores materiales para sus productos y están invirtiendo bastante en envases de mejor calidad en el país¨, explica Chessio. “Las industrias que están en nuestra mira son las que hacen vasos desechables y productos congelados, entre otras, ya que ese es un material que Bolivia aún no produce».
En este país, muchas empresas están buscando mejores materiales para sus productos y están invirtiendo bastante en envases de mejor calidad”, sostuvo Chessio. De acuerdo con la empresa, el mercado del papel está en plena expansión y cambiando en Bolivia, un país donde la mayor parte de estos productos proviene de Brasil, Chile, China y otros países de Asia.
Con una tasa anual de crecimiento cercana al 5% en promedio desde 2006, Bolivia se ha convertido en un mercado atractivo y promisorio para las empresas de diferentes países de países, y más aún para Brasil, que en 2015 tuvo una contracción del PIB del 3,8 %.
Ibema – Fundada en 1955, es una de los mayores fabricantes brasileños de cartulina con una producción anual de 90 mil toneladas. Instalada en el municipio brasileño de Turvo, en Paraná, la fábrica de Ibema cuenta con un área de bosques plantados de más de 3.900 mil hectáreas de Pinos, además de dos usinas hidroeléctricas y una Villa Comunitaria. La sede administrativa está localizada en Curitiba y el centro de distribución directa, en Araucária, cuenta con un área útil de 10 mil m2. La empresa emplea cerca de 740 colaboradores y es certificada con el ISO 9000, y también por la FSC (Forest Stewardship Council).
Hoy en día, el 24% del total de la producción de cartulinas del fabricante brasileño se destina al mercado latinoamericano, principalmente a la Argentina.
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