31.7.14 Por Loreto Valdés (*) El diseño y selección de materiales para envases y embalajes de productos que necesitan una cadena de frío garantizada desde su producción hasta su consumo o administración implica controlar adecuadamente los costos y eficacia de la cadena de distribución y logística.
La conservación estable del frío durante la cadena de distribución y transporte es un factor esencial para mantener la vida útil, así como la calidad y efectividad de los productos (ver artículo páginas X). Se emplea especialmente para alimentos perecibles, ciertos productos químicos, films fotográficos y particularmente para algunas drogas y vacunas.
Para solucionar estos requerimientos, se requiere de envases y/o embalajes especiales, que junto con asegurar la estabilidad de la temperatura tengan una estructura y dimensiones que impacten en un grado mínimo el volumen externo del embalaje, de modo de modificar lo menos posible variables que afecten negativamente los costos o calidad del transporte.
Es decir, mientras más materiales se sumen en torno a los productos para lograr conservar una temperatura estable del frío (entre 2º y 8º Celsius para productos farmacéuticos refrigerados), más aumentará el volumen y peso de los empaques.
Con ello, se obtiene un menor uso del espacio, menos unidades transportadas por contenedor y una carga mayor en peso bruto; el efecto de esto es un incremento de los costos de transporte, una creciente huella de carbono y una proporción de más materiales y volumen por unidad transportada.
Consecuentemente, en el desarrollo de materiales y/o estructuras para envasar y/o embalar productos de esta naturaleza, se busca llegar a una ecuación adecuada entre materiales isotérmicos (que permiten mantener una temperatura estable), o una combinación de materiales que asegure la estabilidad de la temperatura, al menor peso y volumen externo posible, optimizando los índices de carga en las cadenas de distribución y transporte.
Ventajas de las cajas isotérmicas
• Excelente aislación térmica para un control de temperatura.
• Excelentes atributos mecánicos protegen el contenido.
• Aislación de EPS (poliestireno expandido o XPS, poliestireno extruido).
• Duración entre 24 y 200 horas de transporte.
• Hechas de materia prima reciclable.
• Fáciles de armar si son hechas de paneles.
• Producción libre de moldes; puede ajustarse a medida cuando son de paneles.
• Cajas con la forma interior adaptada al envase o producto requieren de matrices.
• Paneles de cartulina y EPS pueden imprimirse.
• Pueden recubrirse de films metalizados como aluminio.
A estos factores, es necesario agregar la efectividad durante el tiempo de expedición, ya que la cadena de frío no debe romperse hasta el consumo o administración del producto por el destinatario final.
El factor tiempo en productos exportados, o trasladados por tierra, puede incluso superar las 50-90 horas de expedición. Se debe tomar en cuenta que, entre los factores controlables de una cadena frío, está el packaging, las rutas, los carriers y los tiempos de despacho. Entre los factores menos predecibles, se encuentra el clima, los retrasos, la manipulación adecuada en el trayecto desde el lugar donde se produce el producto hasta su destino final, y asegurar que los contenedores o empaques se ubiquen en los lugares indicados donde no se incremente el riesgo de un cambio de temperatura.
Entre los requerimientos para este tipo de solución, algunas empresas buscan, además, operaciones más eficientes en cuanto a llenado en frío y manipulación, así como la minimización de riesgos por posibles retrasos en el despacho y/o recepción, la reducción de costos, el reemplazo del uso de camiones o containers refrigerados, y excelencia en el desempeño de los atributos mecánicos del empaque. Hoy se agrega a esta lista, la preferencia por materiales reciclables.
La cadena de frío y las buenas prácticas de manufactura
En el ámbito de los farmacéuticos, el proceso de distribución con cadena de frío es una extensión de las buenas prácticas de manufactura, el que “exige que todos los procesos que puedan afectar la seguridad, eficacia o calidad de los componentes de la droga deban ser validados, incluyendo el almacenamiento y distribución de éstos” (según GMP, Good Manufacturing Practices).
Entre los materiales que se emplean en containers para el envío de productos sensibles a la temperatura, se encuentran botellas tipo termos, liners o recubrimientos tipo frazadas térmicas, EPS (poliestireno expandido o XPS , PS extruido), otros plásticos espumantes como poliuretano o polietileno; films plásticos con burbujas de aire; otros paneles rellenos con gas; láminas de plásticos espuma; materiales reflectantes como films metalizados; paneles compuestos por planchas de EPS y cartón corrugado.
Se pueden complementar con ice packs, formulados para distintos rangos de temperatura, hielo seco, bloque de hielo, hielo picado, dependiendo de los requerimientos del producto, ambientes a los cuales serán sometidos durante el transporte, y masa térmica del producto, la cual puede contribuir al control de la temperatura (por ejemplo, la carne).
Ventajas de los ice packs
• Mantienen el congelado por un período más prolongado.
• El líquido que contienen no se derrama.
• Diseño ergonómico.
• No influye y no lo afectan los productos contenidos que conserva.
• Fáciles de usar.
• Uso múltiples veces.
• Hecho de materiales resistentes.
• Pueden imprimirse.
• Existen en diversos tamaños;
complementan caja o bolsa isotérmica.
• Excelente relación costo/desempeño.
Por M. Loreto Valdés, miembro IPPO,
International Packaging Press Organization para
Mundoembalaje.org.