Optimistas perspectivas de crecimiento para el mercado mundial de envases de papel y cartón durante la próxima década proyectó un estudio elaborado por la consultora Polaris Market Research, que analizó los distintos factores que moverán este mercado en los próximos años, en aspectos como ambiente, tecnología y hábitos de consumo

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El estudio plantea que este mercado, cuyo valor total al cierre de 2023 llegó a casi US$490 mil millones, alcanzará los US$793 mil millones para el año 2032.
Esta trayectoria ascendente implica una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5,5% durante el período de pronóstico comprendido entre 2024 y 2032. Según el análisis de Polaris Market Research, diversos elementos están catalizando esta expansión. Entre ellos, destacan las crecientes preocupaciones medioambientales a nivel global y una consecuente mayor demanda por soluciones de embalaje que sean sostenibles. En este contexto, el papel y el cartón son preferidos por sus características eco-amigables, al ser materiales reciclables y biodegradables, lo que responde directamente a una mayor conciencia de los consumidores sobre los impactos negativos de la contaminación plástica.
El auge del comercio electrónico también figura como un motor clave, ya que este canal de ventas requiere grandes volúmenes de materiales de envío que no solo sean protectores para los productos, sino también sostenibles para alinearse con las expectativas de los clientes y las empresas. Paralelamente, las continuas innovaciones en los materiales de papel y cartón, como el desarrollo de opciones más ligeras, más resistentes e incluso con propiedades de barrera a la humedad, están ampliando sus aplicaciones y competitividad.
Desde una perspectiva regional, el estudio señala que Asia Pacífico dominó el mercado en 2023. Este liderazgo se explica por la rápida industrialización en la región, el proceso de urbanización, el crecimiento de la clase media y el auge del comercio electrónico. No obstante, Norteamérica y Europa también representan mercados significativos, impulsados en gran medida por regulaciones ambientales más estrictas y una alta conciencia del consumidor respecto a la sostenibilidad